Hace unas semanas me contactaron para dar una charla a un grupo de empresarios ligados a la industria ferretera. Inicialmente me pidieron que basará la charla en cómo mejorar la contabilidad de la compañía, pero investigando un poco acerca del perfil de los asistentes y sus necesidades, me di cuenta que este tema no era el más apto.
Primero, la contabilidad es una disciplina un poco rígida en donde un empresario como tomador de decisiones tiene poco rango de acción. Si el contador basa sus registros de acuerdo a las Normas Internacionales de Contabilidad pues hay poco que mejorar. Segundo, las empresas que manejan mucho inventario (tanto en líneas como en monto) generalmente no sufren por la contabilidad sino por el efectivo. Debido a esto les propuse cambiar el tema de la charla y enfocarla en cómo disminuir el ciclo de conversión de efectivo para aumentar la disponibilidad de este preciado recurso financiero.
He notado que muchas empresas en varias industrias miden sus días de cuentas por cobrar (DSO), días de cuentas por pagar (DPO) y días de inventario (DIO) por aparte, pero pocas veces los integran para calcular el ciclo de conversión de efectivo (CCC según sus siglas en inglés). Desde mi punto de vista, este indicador es clave para mejorar la administración del capital de trabajo.
El ciclo de conversión de efectivo es el plazo de tiempo (días) que transcurre desde el pago por la compra de la materia prima hasta la cobranza de las cuentas por cobrar generadas por la venta del producto final.
Entre más corto sea el ciclo, menores serán las necesidades de capital de trabajo y a la vez se aumentará la disponibilidad de capital que podrá ser utilizado para crecimiento, CAPEX o hasta para inversiones que generen un ingreso financiero adicional.
Por ejemplo, una compañía que paga a sus proveedores a 30 días (DPO), mantiene sus productos en inventario 60 días (DIO) y cobra en promedio a 45 días (DSO) tiene un ciclo de conversión de efectivo de 75 días (60+45-30). Esto significa que la compañía requiere capital suficiente para cubrir una brecha de 75 días desde que se realizó el pago al proveedor hasta que el dinero de la venta fue recuperado.
En contraste, una compañía con ciclos muy bajos o incluso negativos se vuelve muy atractiva porque la generación constante de efectivo evita los problemas de liquidez. Veamos el ejemplo de Amazon, la cual es una compañía que vende en efectivo (DSO=0) paga a sus proveedores a 45 días y mantiene sus artículos solo 30 días en inventario Esta combinación de factores les genera un ciclo de conversión negativo de -15 días (30+0-45). En otras palabras Amazon es una máquina de hacer dinero!!! Utiliza los recursos de sus ventas para cancelar a sus proveedores cuando normalmente las compañías tienen que pagar primero a los proveedores para luego recuperar el dinero.
Hay que entender que las compañías no quiebran por falta de utilidades sino por falta de liquidez. Como emprendedores, dueños de compañías y administradores de empresas debemos darle una alta prioridad a la administración del efectivo. Este recurso es el combustible de las compañías y sin él la máquina se detiene.
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